Tu pasado no determina tu futuro


Piensa por un momento en las palabras que menos te gustaban y te decían cuando estabas pequeño o ¿por qué no? aún de adulto. ¿Qué es aquello que detona una herida en tu corazón? Sí, lo sé, todos tenemos una marca o herida de guerra (así me gusta llamarlo) es ese momento duro en nuestra vida. Sabías que las voces de tu pasado formaron en ti un carácter y que tienes la oportunidad de convertirlas en un cohete o en una carga.

Tendemos a pensar que nuestras circunstancias pasadas benefician o perjudican lo que queremos lograr en el futuro, estas ideas se crean por experiencias que ocurrieron en casa, por cosas que nos dijeron de niños en donde vivimos o estudiamos, llegando a convertirse en lo que percibimos o interpretamos de nuestra realidad actual. La base familiar es una clave para fomentar la confianza en si mismos y nos impulsa a tomar la determinación para alcanzar las metas que deseamos lograr.


Pero sí no tuvimos esa base familiar que nos proporcionara la suficiente confianza y sentido de valía y de logro, aún existen razones para hacer algo y cambiar el rumbo de las cosas, si consideramos que en nuestro pasado no tomamos las decisiones correctas, en el presente, podemos realizar las acciones para comenzar a generar el cambio que queremos ver reflejado en el futuro, rompiendo con las estructuras mentales que nos limitaron, y ahora sí, tomar las decisiones que generen nuevos resultados.

Por ejemplo, si tu quieres comprarte un carro en un año y con tu ingreso mensual sólo puedes cubrir las necesidades básicas, y el que necesitas, triplica tu ingreso, es momento de hacer un análisis de tu estado actual, un inventario personal y conocer cuáles son los puntos que tienes que mejorar o transformar para obtener ese ingreso adicional, y fijar las acciones a realizar, entonces, si mi meta en un año es comprarme un carro, ¿qué debo hacer para realizarlo?

En ocasiones, nos limitamos a lo que sabemos y realizamos a diario, pero si tenemos la capacidad de hacer cosas diferentes que no hemos hecho antes, ¿por qué no ponerlas en práctica para explotar nuestros talentos y ver nuestras cualidades y emplearlas para alcanzar nuestras metas? Si yo tengo alguna habilidad en la que me puedo desempeñar, podría hacerlo para conseguir el ingreso extra que me ayudará a poder comprarme el carro.

Por lo tanto, es importante plantearnos metas a corto plazo accesibles, pero que desafíen nuestra zona de confort, sabiendo que podemos alcanzarlas porque cada uno de nosotros tenemos dones y talentos que nos hacen especiales, que, junto a la persistencia y carácter, nos impulsan a ir más allá de nuestros límites para convertirnos en las personas que determinamos nuestro futuro.