La determinación es la capacidad del ser humano de poder alcanzar ciertos objetivos, especialmente a largo plazo. Imaginémonos por un momento unidos en un mismo equipo a Martín Luther King, Nelson Mandela, la Madre Teresa, Jesucristo, Michael Jordán, LeBron James, Cristiano Ronaldo y Leonel Messi, unos son súper estrellas de la historia mundial, otros son atletas importantes para esta generación.


Determinación

Pero ¿qué tienen en común estos personajes? Sin duda su determinación, el mantenerse inconformes con lo que hacían y hacer cada día mejor su trabajo para poder dejar un legado. Me encanta cómo la Doctora Angela Duckworth define la determinación como “la pasión y perseverancia sostenidas en el tiempo para lograr resultados especialmente a largo plazo”.

Eso es lo que cada uno de estos personajes tuvo para lograr sus objetivos. Les puedo asegurar que al lado de cada uno de ellos hubo muchas otras personas con las mismas intenciones, pero sin la determinación adecuada.

Hoy tenemos la oportunidad de tener información a un clic de distancia, las tecnologías nos llevan a cualquier lugar y nos permiten interactuar y modelar lo que está sucediendo en diferentes partes del mundo, pero también nos venden esa falsa expectativa de que todo es fácil y que no deberíamos esforzarnos mucho para alcanzar nuestros objetivos.

¿Cómo edificar la determinación?

La doctora Angela Duckworth establece que para edificar la determinación debemos trabajar en cuatro áreas fundamentales:

  • Desarrollar el interés: Trabajar en aquello que somos buenos y volvernos unos expertos en aquello que la gente reconoce en nosotros es ideal. Yo lo descubrí y en ello he trabajado los últimos cinco años. En mi caso es poder ayudar a las personas a desarrollar su mejor versión, dejar de ser ordinario para ser extraordinario. Creo que para descubrirlo deberías preguntarte: ¿Amas lo que haces?

  • Conocer la ciencia de la práctica deliberada: Convertirte en un experto de primer nivel a través de los pasos que conversamos páginas atrás.
    1. Fija una meta
    2. Enfoque al 100%
    3. Recibir retroalimentación
    4. Reflexionar refinar

  • Cultivar el propósito: Todos y cada uno de nosotros tenemos una historia, la cual es una pequeña parte dentro de la gran historia del mundo, nacimos para tener un papel dentro de la gran historia, es tu elección decidir cuál papel jugar. Sin tener un papel importante o un papel de reparto, Dios nos ha diseñado para tomar este mundo y dejarlo mucho mejor haciendo el bien y entendiendo nuestro propósito en esta tierra. No solo se trata de trabajo duro y excelente, se trata de hacerlo para ayudar a otros a estar mejor.

  • Tener una mentalidad de crecimiento: Es parte de la naturaleza humana y cada uno de nosotros tiene una percepción de la vida en particular. Si creemos con el corazón que la gente puede cambiar con el tiempo y la experiencia, estamos en lo correcto; pero si por el contrario creemos que nadie puede cambiar, que nacemos de una forma y es imposible que algo nos cambie, nuestra mentalidad se estancará y jamás creceremos.

Compartir este...